sábado, 15 de noviembre de 2014

Dirección plástica y expresiva

“El lenguaje de la puesta en escena, es lenguaje puro”; dentro de este se encuentra la esencia, el conjunto de medios que nos permiten apreciar y presentar una obra teatral.

En “Asia y el Lejano Oriente”, una pieza dramática donde se muestran las  contrariedades de un  país en venta;  la escenografía, la musicalización, la iluminación, el  vestuario, el maquillaje, que tuvieron su punto  de  partida en el teatro de Meininges, y la actuación se unen en una fiesta que nos remonta a la época de 1965 de una manera bastante particular.

Fotografía por Félix León. 
La escenografía es realmente sencilla: piezas de metal movibles hacen las veces de una fuente en un parque, oficina, un mercado, un podio para discursos, la  base de una estatua y a su vez forman parte de la musicalización como instrumentos. Esta doble utilidad del decorado le concede  al montaje un punto de practicidad bastante elocuente, pues le otorga diferentes matices de sonido a lo largo de la obra, los cuales por una parte marcan los cambios de escena y por otra, acompañan  momentos específicos.

La iluminación  en una obra teatral es esencial para  crear ambientes y atmósferas que provocan sentimientos y emociones en el espectador. En “Asia y al Lejano Oriente” consta de un juego de luces blancas, azules, moradas y amarillas. Las luces azules y moradas se usan para el inicio de la pieza teatral y para los intermedios entre cada escena. Dentro de cada escena existen luces de resalte en las figuras principales para crear cierto dramatismo, en aquellas donde participan personajes de relleno, estos están a media luz casi oscuros. La mayor parte de la obra la luz es cenital, es decir de arriba hacia abajo. También se evidencian spots dirigidos siguiendo las acciones de los personajes y evitando sombras. En general, la iluminación es muy plana y dura, lo cual no le proporciona volumen a la obra.

El vestuario se basa en pantalones y camisas de color gris azulado, sin distinciones entre hombre o mujer, la ropa se encuentra rasgada y deteriorada queriendo proporcionar visualmente un aspecto paupérrimo. Sin embargo, durante la presentación de  cada escena los personajes se sobreponen diferentes atuendos dependiendo de su actuación. Al igual que el vestuario y la escenografía el maquillaje es bastante simple y hasta un poco sobrio, con tonos claros de piel que les conceden a cada figura un aspecto un poco fantasmal en cierto momento. A pesar de que este peculiar uso de elementos en la escenografía y el vestuario tiene claramente un fin, evidencia la falta de haber desarrollado una identidad propia y cultural al país que representaban y quebrantando quizás las expectativas del público.

Esta dirección plástica se une con la dirección expresiva para crear una ilusión en los espectadores. La obra escrita toma existencia cuando estos elementos son representados. Antoine nos adentra en la dirección expresiva, la cual se evidencia a través de la interpretación de los actores. En “Asia y el Lejano Oriente” la interpretación comienza con un prólogo que rompe con la cuarta pared al interactuar con el público. Sin embargo la dirección de esta adaptación puede ser en algunas escenas muy vana. La cantidad de personajes que existe en la misma son cubiertos por los mismos actores, los cuales olvidan dar algunas características propias para diferenciarse. Por otro lado, se observan grandes exageraciones que hacen perder la esencia propia del personaje y la obra.

En el teatro la presencia del director es fundamental porque es este quien se encarga de tomar un texto y llevarlo a una realidad, dar dirección y sentido. Se encarga de dar vida a las ideas plasmadas en un guión y expresarle al mundo mediante diferentes elementos y actores la pureza de la obra. Luigi Pirandello lo expresa claramente en su obra teatral “Esta noche se improvisa”, a través del personaje Dr. Hinkfuss al decir: “La obra del escritor es ésta. (Y enseña el rollito de papel.) ¿Qué hago yo con ella? La tomo como materia prima de mi creación y me sirvo de la calidad de los actores elegidos para hacer los papeles según la interpretación que yo he dado a la obra; y de los escenógrafos y tramoyistas, a los que ordeno que pinten o monten los decorados; y de los electricistas que lo iluminan; todos, según las instrucciones e indicaciones que yo dé”.

1 comentario:

  1. ¡Hola! aquí les van mis acotaciones con respecto a esta entrada: Bien la relación que hicieron entre la música y los cambios de escena. En relación con el vestuario y la escenografía me parece que habría sido positivo que especificaran cuál era la finalidad de ambas, ahondar más en las particularidades de cada una. Me pareció una muy buena crítica a la dirección expresiva lo difuso de la diferenciación entre personaje y personaje hecha por el mismo actor.

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