“El lenguaje de la puesta en
escena, es lenguaje puro”; dentro de este se encuentra la esencia, el conjunto
de medios que nos permiten apreciar y presentar una obra teatral.
En “Asia y el Lejano Oriente”, una
pieza dramática donde se muestran las
contrariedades de un país en venta; la escenografía, la musicalización, la
iluminación, el vestuario, el maquillaje,
que tuvieron su punto de partida en el teatro de Meininges, y la
actuación se unen en una fiesta que nos remonta a la época de 1965 de una
manera bastante particular.
Fotografía por Félix León. |
La iluminación en una obra teatral es esencial para crear ambientes y atmósferas que provocan
sentimientos y emociones en el espectador. En “Asia y al Lejano Oriente” consta
de un juego de luces blancas, azules, moradas y amarillas. Las luces azules y
moradas se usan para el inicio de la pieza teatral y para los intermedios entre
cada escena. Dentro de cada escena existen luces de resalte en las figuras
principales para crear cierto dramatismo, en aquellas donde participan
personajes de relleno, estos están a media luz casi oscuros. La mayor parte de
la obra la luz es cenital, es decir de arriba hacia abajo. También se
evidencian spots dirigidos siguiendo
las acciones de los personajes y evitando sombras. En general, la iluminación
es muy plana y dura, lo cual no le proporciona volumen a la obra.
El vestuario se basa en
pantalones y camisas de color gris azulado, sin distinciones entre hombre o
mujer, la ropa se encuentra rasgada y deteriorada queriendo proporcionar
visualmente un aspecto paupérrimo. Sin embargo, durante la presentación de cada escena los personajes se sobreponen
diferentes atuendos dependiendo de su actuación. Al igual que el vestuario y la
escenografía el maquillaje es bastante simple y hasta un poco sobrio, con tonos
claros de piel que les conceden a cada figura un aspecto un poco fantasmal en
cierto momento. A pesar de que este peculiar uso de elementos en la
escenografía y el vestuario tiene claramente un fin, evidencia la falta de
haber desarrollado una identidad propia y cultural al país que representaban y
quebrantando quizás las expectativas del público.
Esta dirección plástica se une
con la dirección expresiva para crear una ilusión en los espectadores. La obra
escrita toma existencia cuando estos elementos son representados. Antoine nos
adentra en la dirección expresiva, la cual se evidencia a través de la
interpretación de los actores. En “Asia y el Lejano Oriente” la interpretación
comienza con un prólogo que rompe con la cuarta pared al interactuar con el
público. Sin embargo la dirección de esta adaptación puede ser en algunas
escenas muy vana. La cantidad de personajes que existe en la misma son
cubiertos por los mismos actores, los cuales olvidan dar algunas características
propias para diferenciarse. Por otro lado, se observan grandes exageraciones
que hacen perder la esencia propia del personaje y la obra.
¡Hola! aquí les van mis acotaciones con respecto a esta entrada: Bien la relación que hicieron entre la música y los cambios de escena. En relación con el vestuario y la escenografía me parece que habría sido positivo que especificaran cuál era la finalidad de ambas, ahondar más en las particularidades de cada una. Me pareció una muy buena crítica a la dirección expresiva lo difuso de la diferenciación entre personaje y personaje hecha por el mismo actor.
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